lunes, 27 de junio de 2011

La hermosa palabra que agonizó en la cueva de los alaridos

Una palabra flotante, risueña y hermosa
venía volando del exterior resonante y vaporosa
Se acercó a mí en medio de un manto de oscuridad
Era tan bello el canto de su tenue sonoridad
qué a penas creí escuchar su tono en medio de tantos alaridos
que me acechaban entre lastimosos sonidos
Me insultaban, me hundían en esos muros de tristeza...
Pero aquélla palabra, burbujeante susurruba en mi oído amor
me hizo por un momento creer en mí misma con fervor

Repentinamente los gritos agudizaron su quebrazón 
no podían permitir que ese sonido entrara en mi corazón
Apagaron con crueldad su inocente brillazón

Ahora la desdicha del desengaño me embarga
Mi trsiteza vuelve mas fuerte y amarga
Mientras viva junto a esas voces
En mi alma siempre habrán dolorosos roces
Todo por caer en ese anhelado romanticismo
De creer en la belleza de uno mismo... 

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